Formacion, empleo: Descubre tus puntos fuertes en la busqueda de empleo |
| El proceso de búsqueda de empleo es en esencia un trabajo de venta de las capacidades del candidato al empresario.
El primer paso para que esta venta llegue a buen puerto es conocer todas las capacidades o puntos fuertes del aspirante lo que implica un autoanálisis profundo y sistemático.
Aquí te facilitamos un método efectivo para llegar a descubrir tus puntos fuertes y tus puntos débiles, para ayudarte a valorar tus aptitudes y con ello mejorar tus opciones para conseguir el puesto de trabajo.
Documenta tus intereses.
Antes de escribir tu curriculum, antes de ningún proceso de búsqueda de puesto de trabajo, debes realizar un trabajo más importante y delicado: conocerte a ti mismo/a.
Este conocimiento te permitirá valorarte como lo haría el empresario que esperas que te contrate, debes encontrar tus puntos fuertes y débiles de un modo objetivo.
Empieza por escribir una relación de actividades que te interesan o que te resultan más cómodas y otra con las que te resultan menos agradables.
Alunas de estas pueden ser, por ejemplo: Trabajar en el ordenador, investigar cómo funcionan las cosas, analizar los problemas y buscar soluciones, relacionarte con otras personas, hacer cálculos, diseñar objetos, educar a niños, reparar motores, hacer maquetas, curar a la gente etc.
Documenta tus lugares preferidos.
Haz otra relación de lugares o situaciones de trabajo que son más atractivas para ti y otra con las menos interesantes.
En estas relaciones pueden aparecer por ejemplo: Trabajar en la Naturaleza, trabajar de madrugada, trabajar de noche, viajar, trabajar solo, trabajar con mucha gente, trabajar en espacios cerrados o trabajar en el mar.
Documenta tus habilidades.
Para seguir con la búsqueda de tus puntos fuertes, escribe otra relación de actividades en las que crees que puedes destacar o en las que has destacado.
Describe los conocimientos adquiridos durante tus años de formación, los adquiridos en los años de profesión o los adquiridos desarrollando tus hobbies, a ser posible incluyendo una valoración del nivel de conocimientos.
Describe los idiomas estudiados o los años vividos en otro país incluyendo el nivel de dominio del citado idioma.
Incluye en la relación de tus puntos fuertes, los premios, diplomas, certificados o nominaciones que has conseguido, en cualquier actividad, a cualquier edad, relaciona los cursos que has realizado.
Documenta tu personalidad.
Tanto o más importante que tus conocimientos o que tus habilidades es tu personalidad y como se proyecta esta sobre las demás personas, especialmente en el entorno laboral.
Por lo tanto, debes conocer tu personalidad para saber si posees ciertos aspectos muy valorados por los empresarios, estos formarán parte de tus puntos fuertes.
Realiza una lista de las características positivas de tu personalidad que crees conocer y pregunta por ellas a tus familiares y amigos (para reducir las sobrevaloraciones subjetivas).
Por ejemplo: Te gusta decidir, te gusta la organización, te gusta negociar para conseguir un resultado, te gusta el trato con la gente, tienes mucha paciencia, eres analista y detallista, te interesa el trabajo en equipo, tienes iniciativa, eres capaz de decidir bajo presión, te gusta dirigir a la gente.
De nuevo crea otra lista de los aspectos de personalidad menos positivos, tales como: Tomas decisiones con lentitud, tienes inseguridad al decidir, no te atreves a dirigirte a un desconocido, tienes miedo a los cambios.
Extrae los resultados.
Ordena las anteriores listas de mayor a menor importancia y deberías tener un retrato de ti, de tus puntos fuertes y débiles.
Tus puntos fuertes pueden ser, por ejemplo: los conocimientos y la experiencia adquiridos de tu profesión, tu inclinación al trabajo, tus habilidades de comunicación, tu pasión por la profesión, tu capacidad de iniciativa, tu gusto por el trabajo bien hecho, tu predisposición a adquirir nuevos conocimientos, tus dotes de liderazgo, tus dotes de organización, tus dotes de negociación, tu creatividad, tu capacidad de trabajar bajo presión, tu disposición a viajar.
Tus puntos débiles pueden resultar, por ejemplo: un bajo nivel de experiencia, formación insuficiente, la poca paciencia, la falta de idiomas o de conocimientos de informática, impuntualidad, la inseguridad, elementos del trabajo que te desmotivan etc.
Los argumentos de venta.
Los argumentos de venta serán las razones que tu podrás defender para valorarte y convencer al empresario de que eres la mejor opción para ocupar el puesto de trabajo que ofrece.
Estos argumentos de venta se deducen de la relación de puntos fuertes que has confeccionado.
Redacta un documento exponiendo tus puntos fuertes y débiles e incluso detallando los puestos de trabajo que crees más relacionados con tus puntos fuertes.
Especifica las condiciones laborales que podrías aceptar teniendo en cuenta tu puntos fuertes y débiles, tales como: horario laboral, tipos de contrato aceptables, nivel de honorarios, lugares de trabajo, viajes, responsabilidad con relación al sueldo.
Estos documentos deben ser la base de las comunicaciones que deberás hacer más adelante, de la exposición en la carta de presentación o del curriculum y de las estrategias que debes seguir tanto en la entrevista de selección
como en la negociación del puesto de trabajo.
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