Formacion, empleo: La fórmula mágica para la nueva empresa: I+D+I+F |
| Todo el mundo tiene claro que las empresas saldrán de la situación actual mediante una fórmula mágica I+D+I, es decir, Investigación más desarrollo más innovación.
Es incuestionable que la investigación y el desarrollo son claves para desarrollar nuevos productos que incrementen los ingresos de la empresa o procedimientos más efectivos y menos costosos que disminuyan el gasto, la historia demuestra que las empresas que aumentaron su inversión en I+D en tiempos de crisis, salieron antes y más fuertes de estas.
Pero el I+D tiene inconvenientes: necesita aumentar las inversiones y da resultado a medio plazo, y las pequeñas y medianas empresas ni tienen dinero o crédito ni disponen de tiempo para conseguir salir a flote.
La fórmula tiene una tercera letra I de Innovación que nosotros vamos a combinar con una F de formación, en estas dos nuevas letras está la solución a la situación actual.
Porque se puede Innovar mediante la Formación y se puede formar al personal en nuevos productos, nuevas líneas de negocio o especializándolo en el negocio actual sin apenas costo.
Y de paso, la formación permite inyectar en empleados y directivos una buena dosis de optimismo y confianza en el futuro de la empresa, lo cual puede ser clave para su salida de la situación actual.
Para sobrevivir, las empresas deben mejorar su nivel de eficiencia su productividad y aportar un mayor valor añadido a sus clientes, para lo cual, un factor clave es una formación eficiente, rápida y adecuada de sus empleados.
Un plan de formación empresarial es eficiente si proporciona valor añadido a la empresa con el menor costo posible.
En la empresa se aporta valor incrementando las ventas, disminuyendo costes o mejorando la eficiencia, pero hay otra vía: mejorando la productividad del personal con un costo mínimo mediante un Plan de Formación.
Para definir un plan de formación efectivo es necesario comenzar por analizar e identificar los elementos de producción de la empresa que le aportan más valor e incrementar el nivel de formación y especialización del personal en dichos elementos.
Encontrados estos elementos que aportan valor se deben analizar las deficiencias de formación del personal en tales elementos productivos y realizar una formación segmentada y de rápida difusión, corta, de aplicación directa y de bajo presupuesto.
En el plan de formación pueden y deben participar los mejores y más efectivos profesionales de la empresa que son los que mejor conocen el negocio, transmitiendo su Know-how a los menos productivos de forma práctica y sencilla.
Por otro lado se deben usar diferentes formatos para la formación, con objeto de adaptarla al máximo, tanto a las necesidades y posibilidades de la empresa como a las de los empleados, utilizando desde la formación presencial en grupo, a la formación online pasando por el blended learning o la formación in company, lo fundamental es la efectividad del plan integral.
El plan de formación debe adaptarse a la forma de trabajo de la empresa y permitir una evaluación continua de los empleados.
Para maximizar los resultados es preciso mantener una actitud proactiva, positiva, dando ejemplo de optimismo y confianza en el futuro de la empresa demostrando que avanza y dando seguridad al personal en sus posibilidades.
Por lo demás, establecer un plan de formación resulta de un costo mínimo sino nulo, aprovechando las subvenciones a la formación que hoy tiene disponibles la empresa, entre las cuales, quizá la más efectiva resulten los créditos a la formación continua gestionados por la Fundación Tripartita, que tienen la ventaja de su inmediatez (la subvención esta concedida y conocida automáticamente) y su versatilidad, porque es aplicable a cualquier formato de formación.
En resumen, la formación es una puerta de salida de la crisis para las empresas pequeñas y medianas (pymes), una posibilidad de innovar prácticamente sin costo.
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